Pintura

 

La pintura románica mantiene la ausencia de la perspectiva y la actitud anti naturalista de etapas anteriores.La pintura fue muy importante en la época ya que todos los edificios debieron estar policromados. La pintura se situaba preferentemente en el interior.

Pintura Románica El fondo es liso, por lo que la figura centra toda la atención del artista. El dibujo y los colores planos se yuxtaponen para crear intensos contrastes cromáticos.
Para delinear el contorno de la figura utilizan líneas gruesas de color negro o rojo, mientras que la forma de los rostros se consigue mediante manchas rojas redondeadas en mejillas, barba y frente.
El espacio se crea por la distribución de las figuras en el espacio. La técnica más utilizada fue la del fresco, lo que requería una cierta preparación del muro: estucado. También se pintó sobre tabla, para poner en los altares. La composición seguía las convenciones del relieve.
Al igual que la escultura, su ubicación en el templo también está esquematizada.

En la pintura románica destaca la miniatura, que está realizada por gente letrada. Su objetivo era el de decorar libros para la gente que sabía leer, por lo que no tiene la intención didáctica de las demás obras.

Entre los temas más representados en la pintura románica destacamos los que salen del último libro de la Biblia: el Apocalipsis. Esto se debe a la mentalidad de la época, muy influenciada por el fin del primer milenio, con el que asociaba el fin del mundo y el Juicio Final.
Otro tema podía ser el de el Tetramorfos, que representa a los cuatro evangelistas acompañados de sus símbolos, aunque a veces estos símbolos aparecen solos: toro (San Lucas), león (San Marcos), águila (San Juan) y ángel (San Mateo). Este tema iconográfico se seguirá utilizando en el gótico.

Se trata en general de imágenes hieráticas, sin movimiento y bastantes antinaturalistas. La anatomía está bastante desproporcionada, y no existe la perspectiva.