OBRAS PUBLICAS

 

Las ciudades romanas, bien creadas sobre asentamientos indígenas o de nueva creación, exigieron la construcción de grandes obras para salvar ríos, abastecer de agua potable la urbe o facilitar viajes entre esas ciudades. Por ello, algunas de las obras de arquitectura romana más interesantes son los puentes, acueductos y calzadas.

En España, probablemente, los mejores puentes romanos que se conservan son los de Alcántara y Mérida, de perfil horizontal. Sobre esto diremos que la mayor parte de los puentes españoles anteriores al siglo XVII tuvieron base romana, sobre la que se hicieron reformas en época bajomedieval, variando su perfil convirtiéndolo en lomo de asno.

El puente de Alcántara, sobre el Tajo, es una magnífica obra de pericia ingenieril. Los sillares se asientan sobre la roca -sin cimentación- a soga y tizón. La longitud del puente es de 194 metros y la altura de la parte central, de 47 metros. Todos sus arcos son de medio punto. Fue erigido en el año 106 por el arquitecto Cayo Julio Lácer. En su centro se levanta un arco triunfal y en su cabecera un pequeño templo.

El larguísimo puente sobre el Río Guadiana de Mérida es obra del siglo I a. C. Tiene una longitud de 792 ms. y 62 arcos y es una obra de máxima importancia para la configuración urbana de Mérida. Aunque ha sufrido destrucciones parciales y restauraciones, todavía conserva tramos de gran autenticidad romana.
 

Puente romano de Mérida

La arquitectura romana tuvo uno de sus más espectaculares exponentes en los acueductos que transportaban agua a las ciudades desde manantiales o ríos. Su construcción era muy compleja y en ocasiones se tenían que salvar grandes desniveles por lo que en esas zonas su estructura era de arquerías superpuestas.

Acueducto de Segovia

El mejor acueducto que queda de Hispania y una de las obras de arte e ingeniería más grandiosas del mundo romano es el acueducto de Segovia, construido probablemente entre la segunda mitad del s. I y principios del II, en tiempo de los emperadores Vespasiano y Trajano. Tiene una longitud de 728 metros y 28,29 de altura en su punto más alto. Su construcción es a base de sillería sin argamasa de granito y consta de 167 arcos.

El acueducto de Mérida

El Acueducto de Los Milagros de Mérida medía 830 metros, con una altura de 25 y proporcionaba agua a la ciudad procedente del embalse de Proserpina. Todavía subsisten algunos pilares y arcos de granito y ladrillo, que al combinarse proporcionan una agradable y curiosa impresión cromática.

Tampoco les va a la zaga el extraordinario Acueducto de Ferreres que transportaba agua hasta Tarraco (Tarragona) construido en el siglo II, en la época de Trajano. Aunque tuvo una enorme longitud en su origen, actualmente conserva tan solo 164 metros y tiene una altura máxima de 26.

Una curiosa y transformada obra civil de arquitectura romana en terreno español es el faro denominado "Torre de Hércules", aunque su aspecto exterior es neoclásico por la transformación que sufrió en 1791