PINTURA ROMANA: Gracia y naturalidad hace 2000 años
A pesar de su antigüedad, más de dos mil años, la pintura romana, descendiente y heredera de la griega, poseía una técnica depurada, (mejor que la posterior medieval) y representaba todo tipo de temas con una maestría que, aún hoy, nos maravilla.
Los artistas de las ciudades romanas pintaban sobre las paredes de las habitaciones de las casas mediante la técnica del fresco. A veces hasta siete capas sustentaban las pinturas y se usaba la cal y el jabón de cera.
Los colores son muy vivos y variados y muchas veces se conseguía plasmar la sensación de tridimensionalidad, la perspectiva, pérdida más tarde y redescubierta en el Renacimiento (más de 1400 años después).
La conservación de las pinturas, por razones obvias, es muy complicada, pero hay varios ejemplos donde ha habido suerte: son los casos de las ciudades sepultadas por el Vesubio en la erupción del año 79, Pompeya, Herculano y Stabia, cuyas pinturas parietales se han conservado soberbiamente y de la Domus Aúrea de Nerón en Roma, enterrada para construir unas termas encima y que al excavarla arqueológicamente ha revelado sus frescos maravillosos.
Los artistas romanos tocaban todos los temas, escenas cotidianas, mitológicas, paisajes, bélicas, eróticas, cómicas, etc. Muchas veces las pinturas eran simulaciones de mármoles, de arquitecturas, de cuadros colgados o de jardines imaginarios.
La liberalidad de las costumbres en el imperio romano posibilitó la abundancia del desnudo, tanto femenino como masculino. Es más, nos encontramos con escenas de explícito contenido sexual, sin disimulos. Esto sucede en los lupanares de Pompeya, donde se ilustraban las posturas "especialidad" de las señoritas, se marcaban las direcciones con penes y se decoraban las estancias con escenas "calentitas" de dioses y diosas practicando sodomía, felación, masturbación, etc. Su contemplación resulta, aún hoy, ruborizante para algunos. ¡Qué modernos eran estos romanos!
Efectivamente la civilización romana alcanzó unas cotas de riqueza y nivel de vida altísimos, tenían agua corriente y termas en las casas, hoteles por horas, circunvalaciones, lavanderías, bares, calles empedradas, etc. La mujer gozaba de gran consideración y disfrutaba de refinados lujos y eso se ve en las pinturas: mujeres bien vestidas, enjoyadas, con peinados muy elaborados, etc.